Con la llegada de las lluvias apetece acomodarse en un confortable y bonito espacio chill out donde disfrutar de un buen libro, una película o la compañía de otros en casa. Un cálido y acogedor refugio donde relajarse cuando la climatología invita a quedarse. No en vano la decoración chill out está orientada a hacer del relax, el equilibrio y la sensación de paz una experiencia a través de espacios diseñados para el descanso sin estrés. Una de las principales dudas a la hora de diseñar interiores de esta estética, que suele utilizar mobiliario bajo o a ras del suelo, se centra en la elección del sofá o sillón chill out. Para despejar esta duda hemos confeccionado una práctica guía con cinco sencillos deco tips que os ayudarán a optar por el modelo más adecuado a vuestros gustos y necesidades.
1. Tamaño
El tamaño de la futura estancia chill out -ya sea el salón, la buhardilla, una sala de ocio, la terraza…- será decisivo a la hora de elegir sofá. Si disponemos de un espacio grande se puede optar por conjuntos de varias piezas o por sofás de dos o tres plazas. Las habitaciones espaciosas permiten incluso decantarse por modelos poco usuales en interior como la cama balinesa circular o la cama balinesa cuadrada sin dosel, una alternativa original para ambientes con personalidad. Sin embargo, las estancias mini obligan a conjugar belleza y sentido práctico con modelos multifuncionales, como sofás cama, sofás modulares que permiten distintas composiciones o piezas con espacio de almacenaje incorporado.
Si se trata de un pequeño rincón chill out en alguna habitación, por ejemplo junto a la ventana, la chimenea o el hueco de la escalera, donde un sofá no tiene cabida, la mejor alternativa pasa por un sillón de esta estética, un asiento puff o una colchoneta combinada con cojines y almohadones. Las posibilidades son muchas.
2. Estilo
El estilo del sofá dependerá en buena parte del gusto, pero también de la estética que se desee imprimir al espacio. No necesariamente se tiene que optar por un sofá o sillón de líneas chill out. La mezcla de estilos es tendencia en el diseño de interiores y la decoración chill out muestra un gran potencial en su vertiente más ecléctica.
3.Color
Hay que tener en cuenta que el sofá suele tener un papel protagonista en la decoración de una estancia, sobre todo si se trata del salón. Su color, por lo mismo, debe ser acorde al del espacio en cuestión. Si se opta por el monocromatismo, es decir, la misma gama cromática de la habitación, el resto de mobiliario y complementos, es necesario tener cuidado para que no resulte monótona, fría o falta de personalidad.
En caso de que el color del sofá complemente el del espacio, es decir, que tenga una tonalidad opuesta en la escala cromática de la estancia, con intención de jugar con los contrastes, se requiere prestar especial cuidado a las combinaciones disonantes.
Una última opción pasaría por escoger un tono análogo, o lo que es lo mismo, adyacente o próximo en la escala cromática, consiguiendo así un efecto de paz.
4. Uso
La elección de un modelo de sofá u otro dependerá, en gran parte, del uso para el que se diseñe el espacio chill out en cuestión. Por obvio que parezca, a veces, se pierde la perspectiva y nos dejamos llevar por el gusto sin tener en cuenta el sentido práctico, cuando ambos deben ir de la mano. Así, para una biblioteca particular en la que normalmente no paran más de dos personas un diván, dos sillones amplios o un sofá de dos cuerpos pueden resultar ideales. Para un salón, en cambio, los conjuntos darán cabida a más personas.
5. Características del tejido
Las características del sofá deben de ser igualmente acordes a su uso. Si hay niños en casa un tejido de fácil limpieza no está de más. En caso de que el chill out se encuentre al aire libre el sofá debe ser apto para exteriores de modo que resista el contacto con el sol, la humedad y los roces sin romperse, agrietarse o perder el color.