Dedicamos este post a uno de nuestros muebles favorito: el diván. Esta pieza debe su nombre a las estancias donde solía colocarse en las cámaras de congresos de Oriente Medio, llamadas diván o diwan (que significa algo así como consejo de gobierno). La literatura romántica los puso de moda entre 1820 y 1850, cuando se extendieron por tocadores y cafeterías. Freud lo internacionalizaría como el asiento por excelencia del psicoanálisis.
Siempre nos ha llamado la atención la relación del diván con la liberación del subconsciente y la reflexión. No sabemos si por influencia del cine, la literatura o el propio padre del psicoanálisis -como ya comentamos en un anterior post- solemos asociar los divanes a la búsqueda del yo y, en definitiva, a la introspección.
Quizás por aquello que decía Wilde de que la naturaleza imita al arte, refiriéndose a aquello que existe, pero en lo que no reparamos hasta que la literatura o la pintura lo retratan de determinada forma. Como ejemplo cuenta que las brumas de Londres han podido estar ahí siempre, pero nadie se fijó en ellas y las asoció a la ciudad hasta que pintores, escritores y cineastas enfatizaron esta característica. Si reflexionamos sobre esta afirmación, estamos tan influenciados por la visión del mundo que reflejan la literatura, el cine y demás artes como condicionada estaba Madame Bovary por las novelas románticas que leía. De hecho, en nuestra realidad cotidiana tendemos a imitar al arte sin darnos cuenta prácticamente.
Con esta digresión simplemente pretendíamos advertir que, en vista de esta influencia, no es extraño imaginarnos casi instintivamente recostados sobre un diván ahondando en nuestra psique y demás cuestiones existenciales. De ahí que este mueble se vincule a espacios diseñados para la relajación y comodidad, como un rincón para la lectura, el salón o el dormitorio.
Por las mismas razones, los divanes suelen utilizarse con frecuencia en la decoración chill out & lounge, ya que ambos estilos buscan transmitir calma, paz y confort. No pocas terrazas chill out optan por incluir divanes para que los clientes puedan tumbarse cómodamente. También en la decoración para eventos, como bodas chill out, se ha convertido en una pieza muy demandada, ya que aporta un toque de glamour en el espacio que multiplica su elegancia y distinción.
Existen divanes de tantos estilos como gustos. Desde los más románticos, a los retro e incluso futuristas. En Fiaka hemos optado por un modelo de diseño especialmente ideado para la decoración lounge y chill out: el diván Sigmund, del que ya os hemos hablado en alguna ocasión y que se puede personalizar para adaptarlo al interiorismo soñado.
Os dejamos algunas imágenes que os pueden inspirar a la hora de decorar vuestro hogar y local con este psicoanalítico mueble.
