Cada vez nos encargan más personalizaciones de muebles hechos en polipiel. Es algo normal dado que se acerca el verano y muchas terrazas chill out se preparan para el estío con la intención de renovar el mobiliario, y también porque con el buen tiempo se celebran eventos al aire libre que tienen patrocinadores o empresas a las que les gustaría ver su logo en pufs, bancos o cubos. Os vamos a hablar de los dos tipos de personalizaciones que trabajamos (las dos mejores posibles) y aclararemos las ventajas de cada una.
Muebles personalizados por serigrafía
Es la más común. Con planchas de diversos colores y en poco tiempo se imprime en la polipiel del mueble la imagen deseada. Es la opción que recomendamos cuando se va a hacer una cantidad considerable de muebles personalizados, también si hablamos de impresiones grandes o de cosas complejas, como algunos logos o frases. Rápido, limpio y efectivo.
Muebles personalizados por bordado
Puede parecer mejor la serigrafía que el bordado, pero también hemos hecho trabajos con hilo que han quedado maravillosamente bien. De hecho, si hay que hacer pocos muebles personalizados, apostamos por hacerlo con bordados. También si se trata de una imagen, logo o palabra que contenga muchos colores, y si se trata de un icono pequeño en el mueble, para que resista bien. Ojo, siempre que sea algo sencillo, sin muchas filigranas.
Sobre precios y plazos, lo cierto es que para una producción normal son bastante parecidos, y la diferencia entre la serigrafía y el bordado la marcan las características de cada trabajo. Si se van a utilizar esos muebles personalizados en eventos de mucha clase, siempre da un toque de distinción el bordado, claro. Y también si es para uno o dos muebles. Si va a haber más «batalla» (trasiego, mucho público, muebles a la intemperie durante un tiempo considerable), la serigrafía es más de guerra. Con todo, si tenéis alguna duda, mejor contactad con nosotros y trataremos vuestro caso en exclusiva. Las ideas pueden ser infinitas, desde la personalización de una Fiaka Pelota como regalo de cumpleaños para un chaval como la personalización de bancos para darle fuerza al nombre de un local.