No vamos a entrar a valorar este controvertido concurso televisivo en sí, cuyo éxito de audiencia está fuera de toda duda. Pero sí queremos hacer una resumida valoración de los muebles de Gran Hermano 12 + 1 y su decoración, porque nos ha resultado especialmente llamativa, y sin duda la mejor de todas las ediciones de su versión española. En ella vemos algunas de las tendencias actuales de decoración e interiorismo. Además, tenemos la suerte de poder decir que en la casa de Guadalix hay muebles de Fiaka.es; el otro día, al parecer, una de las concursantes se escondió en uno de los baúles para darle un susto a otra (por cierto, nos estamos planteando sortear uno igual a estos baúles en el color que el/la ganador/a elija, hacednos saber si os apetecería).
En la distribución, interiorismo y decoración de la casa de Guadalix tenemos que subrayar, ante todo, que es una casa espectacular, en el más puro sentido de la palabra ‘espectáculo‘. Es decir, es una casa televisiva y televisada, tiene algo de decorado de ‘sitcom’, y está pensada para una iluminación artificial muy concreta. Con todo y esas limitaciones, nos ha llamado la atención el poderoso uso de los colores más fuertes (naranja , azul, dorado) en los muebles de Gran Hermano y en la decoración en general, de forma a veces hasta estridente, pero vivísima y muy energética.
También nos ha encantado el papel pintado, el diseño de las paredes y muebles, con animales en las puertas de la cocina, un mapamundi en el baño, estampados naturales, etc. Tratándose de una casa/juego de la que no se puede salir, estos ‘paisajes’ integrados aliviarán mucho la estancia de los concursantes.
Todo muy funcional, sin adornos cargantes, directo al grano. Es fácil de ordenar y de mantener ordenada. Muchos muebles distintos, con eclecticismo, y eso sí, con muchos muebles soft, es decir, pufs, camas (como la redonda de la piscina), bancos soft, cojines… Para ello han sido muy útiles los baúles de Fiaka.es
Insistimos, valoraciones aparte del concurso, nos parece que la decoración y los muebles de Gran Hermano pertenecen a un gran trabajo, dificilísimo de integrar con las docenas de cámaras y adaptado a la situación: una docena de desconocidos que tienen que compartir casa sin poder salir de ella y para ver quién se queda el último. Otra cosa no, pero cómodos van a estar.
