«La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando», defendía Picasso. No podemos estar más de acuerdo con estas palabras. El esfuerzo es fundamental para conjurar a las musas que, rara vez, aparecen sin buscarlas. De ahí que los espacios de trabajo -el lugar por excelencia donde la inspiración suele llamar a la puerta- influyan a la hora de despertar o no nuestra creatividad, originalidad e imaginación. Dependiendo de su decoración puede variar nuestro estado de ánimo, motivándonos o dejándonos fríos. De ahí la importancia de cuidar el diseño de la oficina, con independencia de que esté en casa o fuera. Para ayudaros con esta tarea os mostramos algunas imágenes acompañadas de cinco breves decotips que os ayudarán a crear un ambiente estimulante en vuestro despacho.
1. Busca el equilibrio
A la hora de afrontar la decoración del espacio de trabajo es necesario buscar un equilibrio entre funcionalidad y belleza. La oficina debe ser ante todo cómoda y práctica, sin caer en la sobriedad incapaz de inspirar, ni en el extremo opuesto: un ambiente cargado en exceso donde hasta las ideas pesan. Ni abuso de ornamentos que distraigan ni defecto de estímulos visuales. Aunque a priori parece difícil es cuestión de sentido común. Contar con suficiente espacio de almacenaje que permita mantener el orden es importante, en este sentido. Recomendamos, además, buscar el equilibro a través de detalles y mobiliario con los que os sintáis a gusto y que, de alguna manera, os identifiquen. Eso nos lleva al siguiente punto.
2. Que la decoración hable de tu empresa
Los espacios de trabajo impersonales suelen ser frustrantes al resultar poco acogedores. A la hora de diseñar la oficina es fundamental que hable de la empresa y transmita su imagen de marca, su esencia. Los muebles personalizados con el logo o con algunos de los colores corporativos siempre ayudan a que el espacio cuente quiénes somos y qué es lo que hacemos. También los detalles que escogemos pueden estar orientados en esta línea. Se trata, en definitiva, de imprimir carácter al despacho. Esta premisa es igualmente válida si trabajáis desde casa. Es necesario que la oficina sea un espacio con identidad dentro del hogar para que no parezca estar de prestado.
3. Un espacio para el relax
Incluir un espacio dedicado al descanso en la oficina cada vez es más frecuente. Una zona con sofás o sillones alrededor de una mesita auxiliar o varios puff gigantes donde os podáis recostar cómodamente para desfogar en momentos de estrés viene muy bien para recargar energía. Textiles como cojines y una alfombra ayudarán a multiplicar la sensación de confort de este espacio dedicado al relax.
Algunas multinacionales apuestan, incluso, por la creación de una zona de juegos anexa a sus oficinas que permita desestresarse. Por otro lado, un espacio -por reducido que sea- pensado para el ‘tentempié’ nunca está de más.
4. Paredes con mucho que decir
Los motivos gráficos, vinilos, cuadros, frases que resulten motivantes, etc. ayudan a subrayar la identidad de la empresa consiguiendo, de forma paralela, un ambiente inspirador.
5. Plantas
Plantas y flores consiguen dar ese toque alegre que todo espacio de trabajo necesita, convirtiéndolo en un lugar lleno de vida y preparado para dar la bienvenida a las musas.