¿Cuál es su historia?
Su historia empezó en el año 1938 en Buenos Aires cuando dos argentinos y un catalán se dejaron llevar por la época de diseños estilizados y crearon la famosa BKF. Su nombre procede de las primeras iniciales de los diseñadores Bonet, Kurchan y Ferrari.
Es una silla distinta, diferente, que no se parece a las demás, algo único. Y esto no es sólo por su diseño, sino porque la silla BKF, conocida también como Butterfly (“mariposa” en inglés) es de una extrema comodidad, resistencia, e invita a sentarse gracias a su forma perfectamente ergonómica.
Efecto mariposa
Una pieza originalmente de estilo moderno y estructura de acero pintado y cuero de bovino. En el día de hoy, se puede encontrar a esta mariposa BKF con fundas en todos los colores, estampados y tejidos. Y en cuanto a su estructura, desde el año 2002 tras el concurso internacional aparece su versión plegable con tan sólo 8 piezas.
¡Y es que es una inspiración para recreaciones artísticas!
¿Quién es más famoso?
Desde que nació esta silla mariposa, ha albergado entre sus “alas” a los famosos actores, cantantes y diseñadores, entre otros.
Empezamos a hacer un recuento:
A Audrey Hepburn le encantaba tomar el sol en una BKF. Ella, siempre tan elegante y fina, no pudo elegir ninguna otra para disfrutar de la playa. La gente elegante necesita un trono elegante.
Otra bella actriz, protagonista de comedias románticas, que se dejó seducir por este perfecto compañero de la piscina fue Jeanne Crain.
Y es que es perfecta como silla y como hamaca, un asiento en el que puedes sentarte de tantas formas diferentes.
Siguimos llenando el historial de la icónica silla BKF con los nombres de los famosos
Posa posa, mariposa
Ha sido la protagonista de las portadas de revistas, carteles, fotosesiones, ha formado parte de las casas de los famosos, ilustraciones y ha salido en los anuncios. Se convirtió en un símbolo de la vida moderna, elegante, despreocupada y contemporánea.
La pieza forma parte del Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York desde el año 1944 y también de la colección permanente de Museu del Disseny en Barcelona desde el año 2014. Con sus líneas sencillas e inconfundibles representa un objeto de culto del siglo XX.
Sencilla y a la vez enigmática, atrae a los diseñadores de todo el mundo por tener la característica de adaptarse a cualquier ambiente. Y es que saben que es ideal para un ambiente rústico, una piscina e, incluso, en el salón de un hogar. Su funda se retira fácilmente lo cual permite cambiarla por otra de otro tejido o estampado, siempre que uno quiere.
Tenía que tratarse de la mejor silla del mundo para que tras pasar tantos años, temporadas y tendencias la sigan incorporando como elemento clave en la decoración. Así, en el artículo de One Kings Lane, nos cuentan como Rebecca Minkoff (una de las más famosas diseñadoras de moda actualmente) ha incorporado la silla BKF en el salón de su precioso apartamento. Ella confiesa que las sillas “mariposa” son su “adicción favorita”.
Podríamos hablar eternamente sobre este mueble tan artístico, y seguro que lo volveremos a hacer. Esto es porque pase lo que pase seguirá siendo el icono característico del estilo modernista.
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