Llega San Valentín, el Día de los Enamorados y de la Amistad. Una fecha especial para demostrar nuestro amor, sin olvidarnos que todos los días son buenos para decir a los que queremos -ya sean familiares, amigos o pareja- que los queremos, y no solo con palabras (todos necesitamos oír un te quiero), sino con pequeños gestos (en definitiva, los que hacen grande nuestro día a día).
Si este año os habéis propuesto sorprender a vuestra pareja por San Valentín, estos breves consejos de decoración os pueden ayudar a crear ese ambiente de película para que este 14 de febrero se convierta en un día inolvidable para los dos.
1. Crea un ambiente íntimo
La suave iluminación de las velas es perfecta crear un ambiente íntimo y romántico que invite a relajarse y disfrutar del momento en compañía. Para generar este mismo efecto se pueden utilizar luces led ambientales, lámparas que difuminen la luz y permitan graduar su intensidad o faroles en el dormitorio, comedor, baño y escaleras. Si queréis diseñar originales portavelas DIY para este día podéis encontrar aquí algunas ideas.
También las flores, símbolo del amor y la pasión, pueden ayudar a generar una atmósfera romántica. Hay quien las deja sobre la cama, en las mesitas de noche e incluso sobre el suelo para dibujar un rastro que indique el itinerario de la cita (en este caso se suelen emplear pétalos).
2. Un baño romántico de película
Una fórmula infalible para dejar boquiabierta a la pareja el día de los enamorados pasa por sorprenderla con un romántico, relajante y espumoso baño para dos. Para prepararlo necesitarás sales de baño y pétalos de flores (si son rosas, mejor). Unas velas te ayudarán a crear ese ambiente íntimo de película del que hablamos previamente.
La mayoría no contamos con un gran jacuzzi con vistas panorámicas. Con suerte una bañera grande y, en ocasiones, ni eso. No obstante es cuestión de echarle imaginación. Como dice el refranero popular, ‘si la vida te da limones, haz una limonada’. Pues eso, si vuestra bañera es minúscula o solo tenéis ducha, no os preocupéis. Podéis colocar las velas para crear ambiente en el suelo del baño y encima del mobiliario disponible. Una mesita auxiliar (previamente preparada y ornamentada para la ocasión) cerca de la bañera o la ducha puede servir para colocar una botella de vino (champagne, cava, a gusto…) con dos copas para brindar por el momento.
Podemos acompañar el brindis con un postre que de juego, como fresas con nata, o con un toque afrodisíaco -con chocolate o canela, por ejemplo- de modo que este baño compartido vaya abriendo el apetito… para la cena.
3. Cena a la luz de las velas
La pasión por el detalle ha de primar en la cena de San Valentín, lo que no implica abusar ni recargar en exceso. La belleza de la sencillez, ya lo comentamos en alguna ocasión, siempre sorprende. Apuesta por pocos detalles y cuidados. El rojo, símbolo de la pasión por antonomasia, se suele utilizar como ‘leitmotiv’ de la mesa, aunque hay quien se decanta por otros colores, principalmente el rosa. Para jugar con el contraste con los colores de servilletas, platos y velas recomendamos utilizar un mantel blanco sobre el que podemos colocar un camino de mesa en otro tono, por ejemplo negro.
Huelga decirlo, por ser de perogrullo, pero si algo no debe faltar en una cena romántica por San Valentín son las velas. Las puedes colocar en un bonito centro de mesa flotando, solas, acompañadas de pétalos… las opciones son muchas.
4. Pasamos a los postres
Para pasar a los postres en un lugar de ensueño recomendamos aprovechar el rincón chill out de vuestro hogar (sobre todo si dispone de puff para dos y/o colchonetas con almohadones y cojines donde acomodaros) o las inmediaciones de la chimenea, si tenéis, previa decoración para crear ese ambiente íntimo del que os hablábamos al principio. Se trata de lugares románticos por excelencia, con lo que resultan ideales para continuar la noche de San Valentín.
Agregamos un último ingrediente para poner la guinda: mensajes de amor. No nos referimos a citas ‘precocinadas’ ni frases hechas, sino notas en las que expresemos nuestros sentimientos por esa persona. No está de más que el Día de los Enamorados dejemos notas en cada escala de este ‘tour romántico’ resaltando las cualidades que nos enamoran del otro. En ocasiones, el temor a ser demasiado ‘melosos’ o caer en tópicos nos vuelve poco románticos. Y, más de lo que debiéramos, damos por hecho que nuestra pareja conoce lo que nos hace sentir, pero no siempre es así. ¿Por qué no decirle que su sonrisa por la mañana ilumina nuestro día? ¿Por qué no sorprendel@ con una bonita demostración de amor éste [y cualquier] día?