Ya huele a verano…. y no hay nada más refrescante que sumergirte en una decoración veraniega al llegar a casa.
Hoy queremos dejar algunos tips que os ayuden a conseguir esta atmosfera en vuestro hogar.
- ¡Adiós oscuridad! Es muy importante sacar todo los tonos oscuros y tejidos cálidos como la lana, terciopelo…. Fuera la manta del sofá, puedes cambiarla por otros elementos de colores, rayas, estampados…
- Podemos integrar colores veraniegos en algún mueble o pared otorgando un detalle de luz. Dentro de los colores de verano por excelencia, encontramos el amarillo, azul, verde, rosa o el omnipresente blanco.
- Las plantas son un truco infalible para aportar frescura y luminosidad. Pasamos de una decoración seria a una alegre en cuanto metemos plantas. Se llevan de todas las maneras: colgadas, sobre estantes, trepadoras, apoyadas, en el suelo o en cestas.
- Aprovecha el verano si tienes un patio o balcón para decorarlo con muebles Chill Out. Dependiendo del espacio disponible, puedes optar por sofás de exterior con un estilo ibicenco o por sofás de madera de estilo vintage.
- No hay un elemento mejor para aportar luminosidad que el color blanco. Hay que intentar añadir este color en donde sea posible. Paredes, cortinas blancas, sillas blancas (o incluso muebles).
- Y por supuesto, el básico de los básicos: ropa de cama blanca en toda la casa. Las sábanas blancas de lino o algodón son frescor garantizado.
- Los accesorios veraniegos como mimbre, juncos, hierro o muebles de jardín pintados de blanco, aportan un aire muy veraniego.
- ¡Retira las alfombras! En verano lo ideal es lucir suelo y guardar las alfombras hasta después de la época estival.
¡¡Ya sólo queda disfrutar de nuestra decoración!!