La silla Butterfly es una de las sillas que han conseguido un mayor reconocimiento e impacto en el mundo del diseño. ¿Sabrías decirnos quién la diseñó? ¿O por qué una silla logró hacerse tan popular? En el artículo de hoy vamos a repasar por qué la silla BKF es una de las sillas más codiciadas del mundo.
Un poco de historia de la silla BKF
La silla BKF (también conocida como Butterfly) fue diseñada en Argentina en 1938 por tres arquitectos relativamente desconocidos: Antonio Bonet, Juan Kurchan y Jorge Ferrari Hardoy.
Estos tres arquitectos se encontraban trabajando en un edificio de apartamentos en Buenos Aires y necesitaban una silla para amueblar el interior. Habiendo conocido recientemente la Tripolina, una silla plegable que utilizaban los militares, decidieron crear un diseño inspirado en ella.
Y así nació la Silla BKF.
Un nombre que proviene de la combinación de las siglas de sus tres apellidos. Más tarde, pasó a denominarse también como silla Butterfly gracias a la similitud de esta silla con la morfología de una mariposa.
¿Cuándo se hizo popular?
Su inusual diseño y su construcción en forma de honda llegó a atraer la atención de un gran número de medios de comunicación.
Por entonces, uno de los directores del MoMA, Edgar Kaufmann Jr, se interesó tanto por el diseño que compró dos de las tres sillas que fabricaron estos tres arquitectos. Una de ellas pasó directamente a la colección permanente del museo, donde permanece en la actualidad.
La segunda silla fue a parar a casa de Kaufmann, mientras que de la tercera nadie tiene la certeza de dónde puede estar.
La producción de la silla Butterfly comenzó en 1941, cuando Artek-Pascoe logró conseguir los derechos de fabricación de la silla. Knoll, reconociendo el enorme potencial comercial de la silla, se hizo cargo de ella en 1947 y la demanda se disparó.
Pero, poco después, empezaron a aparecer millones de sillas falsificadas, por lo que Knoll se vio obligada a detener la producción cuatro años después, en 1951.
Se vendieron tantas sillas que llegó a convertirse en un icono de la época.
¿Por qué comprar la silla BKF?
La silla BKF es un icono clásico del diseño y una pieza de decoración original e imprescindible para los ambientes más elegantes. Los propietarios de esta silla suelen ser apasionados del diseño, así como hoteles de cinco estrellas o restaurantes muy particulares.
La silla Butterfly puede parecer sencilla en su construcción. Se trata de un “arnés” de tela cubierto por una estructura de hierro macizo, pero es una de las sillas más cómodas que existen.
En nuestra tienda online tienes a tu disposición la silla BKF cuyo asiento podrás personalizar con diferentes tipos de tejidos, como polipiel para interior, polipiel náutica, nylon o loneta para exterior.
Tejidos de alta calidad y disponibles en una gran selección de colores.
Lo mejor de todo es que la impecable calidad en el diseño y en los materiales hacen que esta silla pueda permanecer en vuestra familia de generación en generación, llegando incluso a revalorizarse con el tiempo, como suele ocurrir con este tipo de productos de diseño.
¿Es una silla cómoda?
La silla BKF es muy cómoda, portátil, ligera y se le conoce con distintos nombres: silla Hardoy, silla Sling o la Butterfly, pero con cualquier de ellos es posiblemente la silla más popular desde su creación.
Hoy en día, las sillas Butterfly se utilizan a menudo para revivir interiores contemporáneos de lujo, dormitorios o cualquier otro interior de moda.
¿Es plegable?
No, la silla BKF no puede plegarse.
Aunque hoy en día las sillas Butterfly no suelen plegarse, siguen teniendo el característico asiento en forma de honda.