Aunque la decoración chill out es característica de exteriores, pocos hogares se resisten a albergar un espacio de este estilo dedicado al descanso y al ocio a partes iguales. Si algo define los espacios chill out es esa doble funcionalidad. Por este motivo, no es de extrañar que se transformen en eje de las reuniones con amigos y, al mismo tiempo, en un oasis para evadirse del ritmo estresante y frenético de la sociedad actual.
Crear un espacio chill out en casa es bastante fácil. Debemos optar por un diseño relajante, que transmita sensación de paz y confort. El propio mobiliario, los complementos, colores y la iluminación nos ayudarán a que así sea. Dependiendo de la combinación y estilo de estos elementos nuestro espacio chill out puede tener un aire mediterráneo, ibicenco, rústico, étnico, zen, minimalista… Lo mejor es optar por aquella estética que nos identifique y con la que más a gusto nos sintamos. No en vano, de eso se trata, de crear un lugar en el hogar que invite a quedarse.
Mobiliario chill out
Los espacios chill out suelen utilizar mobiliario sencillo, de formas suaves y baja altura, normalmente a ras del suelo. Existen muebles chill out característicos, como los puff de distintas formas -ya sean soft o rígidos– y los sillones puff. Otros como la cama balinesa se han transformado en todo un icono en el marco de la decoración chill out.
El reciclaje está, por otro lado, cada vez más presente en los espacios chill out. Las amplias posibilidades del ‘Do it yourself’ (DIY) -hazlo tu mismo- frente al usar y tirar han propiciado que, con frecuencia, se opte por reutilizar el mobiliario para dar un aire vintage, industrial o rústico al ambiente. En este contexto, suelen ser recurrentes los sofás de palés, dado su belleza y sencillo montaje.
Las colchonetas colocadas en el suelo, sobre alguna plataforma de madera o sobre asientos de obras -y complementadas con cojines y almohadones- también permiten crear un cómodo espacio chill out.
Materiales
Se suelen emplear materiales de evocación natural con los que resulta difícil no sentir esa tranquilizadora armonía asociada a la naturaleza, como la madera, el bambú, el rattan, etc.
Textiles
Utiliza cojines combinados con grandes almohadones, tanto en el sofá como en el suelo para multiplicar la comodidad de este espacio de introspección alejado del estrés. Estos textiles se pueden complementar con una o varias alfombras, así como telas y visillos de tejidos como lino, seda o algodón, entre otros.
Iluminación
Apuesta por luces tenues y suaves para crear ese ambiente íntimo propio de la estética chill out. Como ya hemos comentado en otros post, por la pureza y espiritualidad asociada al fuego, su luz sutil y la posibilidad de combinar aromas y colores, las velas son características en la iluminación chill out. También puedes utilizar faroles, farolillos, luces led ambientales o lámparas que difuminen la luz y permitan graduar su intensidad para ambientar este espacio.
Colores
El blanco es el color por antonomasia de la estética chill out, dado que además de transmitir paz, pureza, equilibrio, ofrece una luminosidad natural. Este color se puede combinar con otras tonalidades propias de esta estética, como los tierra, marrón, anaranjados, marfil, ocres y lila.