Si has tenido que comprar un sofá, es muy probable que te hayas encontrado con dos sofás de aspecto prácticamente idéntico a precios muy distintos. Es normal que surjan algunas dudas sobre por qué el precio de uno es más elevado que el otro si se trata de dos sofás aparentemente iguales. La respuesta es muy sencilla: depende de la calidad. En el artículo de hoy queremos mostraros cómo medir la calidad de un sofá y qué tener en cuenta a la hora de escoger uno.
Los sofás se dividen en partes diferentes, como son la estructura, el soporte de los asientos y el relleno. Estas tres partes no solo determinan el nivel de comodidad de un sofá, sino también la capacidad para mantener su forma y su estabilidad en el futuro.
¿Cómo saber si un sofá es de calidad?
Para definir la calidad de un sofá se deben analizar sus partes una por una.
La estructura
La estructura de un sofá va a determinar la resistencia al paso del tiempo. Un sofá de calidad siempre va a contar con una estructura fuerte y resistente.
Esto es lo que hay que tener en cuenta a la hora de analizar la estructura de un sofá:
La mejor estructura es aquella que está hecha de madera secada al horno. Este tipo de madera se seca en hornos para eliminar todo rastro de humedad en la madera, lo que hace que conserve su forma, resistencia y estabilidad durante mucho más tiempo.
Las estructuras fabricadas con madera verde (aquella que ha sido cortada de recientemente y que contiene una cantidad de humedad elevada) pueden encogerse o agrietarse con el paso de los años.
En la fabricación de una estructura de buena calidad, las juntas reciben una especial atención. Para ofrecer una mayor resistencia, se encolan, clavan y atornillan. Las esquinas suelen reforzarse mucho más añadiendo tacos de refuerzo para dar un mayor soporte y resistencia.
Las estructuras fabricadas con marcos de madera contrachapada y aglomerada son de inferior calidad, y más aún si se mantienen unidos con grapas.
Por lo que puedes ver, la construcción de la estructura de un sofá importa tanto como escoger el material adecuado.
Amortiguación
La amortiguación es un componente bastante importante a la hora de determinar la calidad de un sofá.
Antes de lanzarte a comprar cualquier sofá, siempre hay que comprobar su calidad sentándose en él. No deben hundirse y deben proporcionar un buen apoyo en el asiento y en el respaldo.
Las opciones más comunes de soporte de los asientos son:
Muelles en zig-zag
Los muelles en zig-zag son muelles con forma de «S» que van desde la parte delantera del asiento hasta el respaldo.
Estos muelles se apoyan en cables adicionales que se cruzan horizontalmente de lado a lado. Estos cruces permiten que el asiento sea fuerte, firme y le otorga una gran durabilidad.
Suspensión de cinchas
La suspensión de cinchas es aquella en la que las bandas de cincha atraviesan el asiento y el respaldo. Estas se unen a la estructura para formar una plataforma para los cojines.
En los sofás de mayor calidad, se utiliza con un tensor que sujeta las cinchas de forma segura al armazón.
Estas cinchas pueden ser de caucho, elásticas o de Nea. Las cinchas de caucho se parecen a los neumáticos de coche y son altamente resistentes, aunque cada vez se suelen utilizar menos.
Las cinchas elásticas se componen de una gran cantidad de hilos de goma forrados de una banda textil. Suelen ser más baratas y ofrecen una menor resistencia.
Las cinchas de Nea se fijan al armazón de forma perpendicular y no entrelazada. Son estiradas por una máquina que se encarga de posicionarlas y fijarlas al armazón.
Relleno
El relleno más común es el poliuretano de alta densidad. Cuanto mayor sea la densidad, más firme será el cojín.
La espuma puede estar envuelta en un material más blando o en algodón para hacerla más suave. La espuma envuelta en dacrón es la opción más barata, pero no durará tanto.
La espuma de menor calidad puede empezar a romperse con bastante rapidez, haciendo que el asiento se hunda. Este hundimiento provoca que el tejido no se mantenga tenso.
Por otro lado, están los cojines de plumas. Estos cojines son una de las mejores opciones, puesto que suelen ser los más cómodos. Como podrás imaginar, también se trata de la opción menos económica.
Los cojines de alta calidad tienen un tejido a prueba de plumón bajo la tela de la tapicería para evitar que las plumas se asomen. Los cojines rellenos solo de plumón requieren mucho mantenimiento y pueden necesitar una atención diaria.
El plumón utilizado en combinación con otros materiales también es una buena opción, pero se trata de otra opción poco económica.
Estos cojines también pueden utilizarse con muelles envueltos en espuma. La espuma de alta densidad rodea los muelles, que a su vez están envueltos en almohadillas de plumón. El resultado es una superficie suave con un soporte fuerte y resistente en su interior.
Esta es una buena opción, puesto que los cojines no pierden su forma fácilmente.