La expresión “Casual Chic” empezó utilizándose en el mundo de la moda, aunque en la actualidad hay todo un estilo decorativo con esta denominación.
La norma básica del “Casual Chic” es que el espacio debe ser para vivir, no para exponer. Se prioriza la comodidad con elementos que muestran nuestra personalidad.
Se busca un ambiente confortable y funcional, donde cada elemento tenga una utilidad y no sea meramente expositorio.
En cuanto a colores, una excelente idea es colocar el blanco como la base de la decoración, ya que este color permite mezclar con cualquier otro para conseguir frescura en el espacio.
También puedes utilizar colores pastel que contrasten con sofás, puffs, sillones y otros objetos que puedes colocar bien en blanco o utilizarlos para crear toques de color en el ambiente.
Es muy habitual en este tipo de decoración, encontrarnos con elementos de otras culturas, cuadros, litografías, esculturas….
Combinar texturas, añadiendo alguna que destaque por su material, tejido o estampado, hace que la estancia cobre presencia. Podéis tratar de tener al menos tres texturas diferentes en cualquier espacio.
Si tienes mobiliario desgastado ¡No lo tires! El Estilo Casual Chic es fresco pero admite colocar piezas más rústicas, desgatadas, incluso con toques industriales que puedan incluso convertirse en el centro del espacio. Prueba con sillas, mesas e incluso armarios.
Mezclar mobiliario de madera natural con sillas o iluminación de diseño, tablas de madera, bancos o sillas antiguas que pueden ser reutilizadas y quedan perfectas en una casa chic y casual.¡Atrévete con un sofá estampado! Hace que la estancia sea más personal y es ideal para disimular pequeñas manchas o rozaduras.
Los bancos o taburetes hacen que la casa parezca más informal y acogedora, es el equilibrio perfecto entre casual y elegante. Por supuesto, un banco o taburete en la cocina queda fenomenal, pero también se puede poner un banco en el comedor y queda de maravilla.
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