La Primavera sigue llenándolo todo de flores, colores y aromas. La época por excelencia para disfrutar de los exteriores -junto al verano- ya está aquí. Si estáis inmersos en la decoración de la terraza o su renovación debéis tener en cuenta errores frecuentes que, a la larga, terminan costando caros, sobre todo si se trata del diseño para un local. Para allanaros el camino os resumimos cinco fallos comunes a la hora de diseñar exteriores. Acompañamos estos desaciertos de algunas imágenes que os inspirarán a la hora de dar en la diana.
1. Falta de planificación
Las prisas nunca son buenas consejeras. Cuando el tiempo juega en contra, lo mejor es una planificación eficaz. El primer paso para abordarla pasa por valorar el uso que tendrá la terraza. De lo contrario se puede caer en el error de elegir muebles que no resulten funcionales para el exterior en cuestión. Si se trata de un lugar donde queremos dar cabida a comidas y cenas, por ejemplo, deberá contar con mesas y sillas apropiadas, así como con una iluminación acorde cuando se ponga el sol. También se debe tener en cuenta su potencial, en esta línea. Si cuenta con piscina, por citar otro supuesto, no tiene sentido que carezca de tumbonas y sombrillas para tomar el sol o resguardarse de él, a gusto.
Por motivos como éstos, antes de imbuirse de lleno en la decoración de una terraza es necesario tener en cuenta sus usos y posibilidades para planificar el espacio, primero, sobre el papel. De esta forma, será fácil elegir una decoración apropiada en la práctica.
2. Tejidos y materiales no aptos para exteriores
Con frecuencia no se tiene en cuenta si los tejidos y materiales elegidos para mobiliario, cojines y demás complementos, etc. son aptos para exteriores. En ocasiones se sacrifica una mayor calidad por el precio menos elevado, un ‘ahorro’ que a la larga puede salir muy caro -literalmente hablando. Y es que, si los muebles no están adaptados para resistir el sol o la humedad propia de los exteriores difícilmente acabarán la temporada. Probablemente sus colores lleguen al otoño deslucidos y su material desgastado, cuando no roto, lo que obligará a reemplazarlos al año siguiente, provocando un doble gasto.
La fácil limpieza del tejido es otra de las variables que rara se tiene en cuenta. Sin embargo, los muebles de exterior están expuestos a continuos roces, sobre todo, si forman parte de la terraza de un local. De ahí la importancia de que las manchas desaparezcan sin esfuerzo.
3. Distribución poco práctica de ambientes
Este error viene derivado de la desorganización y las prisas de las que hablábamos al arrancar el post. A veces se distribuye de forma poco práctica la terraza, lo que provoca la cercanía de espacios antagónicos por su función. Las plantas y los distintos modelos de mobiliario pueden ayudar a separar los ambientes, en función de su utilidad, evitando posibles molestias.
Otro fallo frecuente a la hora de distribuir la terraza viene derivado del intento de sacarle provecho de más, convirtiéndola en un lugar saturado y poco acogedor, sobre todo si es pequeña. Colocar muebles versátiles -como mesas que incorporen asientos en su estructura, mobiliario modular que posibilite composiciones distintas o varios usos– puede evitar problemas como éstos.
4. Impersonalidad
En no pocos casos se olvida que la terraza es una extensión de la casa o local que debe resultar igualmente acogedora. Los espacios fríos e impersonales no invitan a quedarse. Por este motivo, es importante imprimir carácter al espacio a través de su decoración y el cuidado por los detalles. Unos cojines para exterior, una iluminación íntima y plantas ayudarán a conseguirlo. Eso nos lleva al siguiente punto.
5. Elección de plantas inadecuadas
La elección de las plantas no debe estar motivada únicamente por su belleza. Hay que tener en cuenta si resistirán las condiciones atmosféricas -humedad, temperatura, etc.- del espacio para evitar que terminen mustias o, peor aún, muriendo. No está de más tener en cuenta si, aparte de su función estética, pueden cumplir otra práctica, como resguardar del sol determinadas zonas o dividir ambientes.