La cuenta atrás ha comenzado. Faltan apenas unos días para que comience Halloween, cuyo origen recordábamos en un post anterior coincidiendo con el lanzamiento de nuestro puff con forma de calabaza para dar un toque divertido a la decoración de esta fiesta.
En esta ocasión queremos aportar algunas sugerencias para inspiraros a la hora de ornamentar vuestra casa o local –además de los exteriores- para la Noche de Brujas. Aunque ideas hay tantas como imaginación, hemos anotado las que más no han gustado para la decoración de Halloween.
El objetivo es crear un ambiente de terror, sin olvidar el toque de humor que suele aparejarse a esta efeméride. La iluminación jugará, en este sentido, un papel esencial. Las velas y candelabros servirán para crear ese halo de misterio que buscamos.
Si utilizamos portavelas transparentes podemos dibujarles formas de telas de araña en sus bordes o alguna silueta tétrica para que refleje y proyecte esta imagen en las paredes.
No obstante, para conseguir la tradicional atmósfera de terror de esta noche podemos confeccionar las características ‘Linternas de Jack’ tallando su semblante asustado en las calabazas y colocándoles velas en su interior. Si las usamos de tamaño más pequeño, podemos crear puntos de luz tenue que iluminen distintas zonas del jardín o el interior, marcando ‘rutas’ hacia determinadas zonas.
Las calabazas, icono por antonomasia de la Noche de Brujas, se utilizan usualmente como ‘leitmotiv’ en la decoración. Si las pintamos para ornamentarlas con mensajes alusivos a la fiesta o con siluetas de brujas, bichos, insectos, arañas, telas de araña, murciélagos etc. daremos un toque distinto a la velada.
También como centro de mesa o cubitera, las calabazas huecas aportan ese punto de originalidad que no debe faltar en Halloween.
Con las calabazas podemos alternar globos naranjas con la cara de Jack para aportar, además, un aire festivo, sobre todo, si estamos pensando en organizar una fiesta de disfraces. Si explota alguno en mitad de un relato de miedo y cuando todos están en silencio el ‘¡Boo!’ está más que asegurado.
Por otra parte, a través de gasas y telas roídas, además de tules con agujeros colgados a modo de telarañas se consigue el ambiente tétrico deseado. El algodón también puede funcionar para imitar las telarañas si lo esparcimos bien sobre plantas o centros de mesa.
Siluetas de animales como murciélagos, arañas, cuervos, gatos negros o insectos resultan ideales, por otra parte, para la decoración de Halloween. Para confeccionarlas de forma fácil podemos usar cartulinas negras en las que dibujaremos y recortaremos sus respectivos perfiles para, posteriormente, colocarlos en las paredes o colgarlos a modo de guirnaldas.
Y hablando de siluetas, ¿quién no recuerda la de la madre de Norman Bate en Psicosis? Al igual que el personaje creado por Hitchcock en la película podemos colocar siluetas en las ventanas que recreen escenas de terror.
Los símbolos alusivos al más allá, la muerte o la magia negra resultan, asimismo, muy apropiados para la decoración de Halloween. Pequeños fantasmas usados como atrapasueños, escobas de brujas dando la bienvenida en la puerta, además de ataúdes, lápidas, calaveras o cruces causarán sensación en la fiesta, sobre todo si incorporan alguna broma inesperada.