Antes de arrancar este artículo habría que matizar que cada cual tiene sus filias y sus fobias, respetables todas, sobre lo que le resulta o no estético. El gusto es una cuestión personal y muy subjetiva. Como bien dice el refranero popular, para gustos, colores. ¡Y que así siga siendo! Porque sin la diversidad, la diferencia y la divergencia de opiniones el mundo sería bien aburrido. Nos adentramos en las movedizas arenas del gusto y lo hacemos con una opinión particular, tan discutible como cualquier otra.
Aclarado este punto, en esta ocasión hablamos de muebles horribles, de engendros del diseño -siempre desde nuestra perspectiva, como incidíamos anteriormente- con los que la anti decoración, si es que tal cosa existe, está más que asegurada. Y es que en ocasiones la línea que separa la originalidad del ‘mal gusto’ es demasiado delgada. Determinado mobiliario abre la puerta, cajón, superficie o asiento a cambiar el adjetivo creativo por otros muchos: extravagante, estrambótico, horrendo, estrafalario, hortera y así un largo etcétera.En muchos de estos casos el diseño se divorcia totalmente de la funcionalidad, dando lugar a piezas en las que se ha olvidado todo sentido práctico. Habrá quien defienda el arte de estas piezas. Viene a la cabeza, en estos casos, ‘La mierda de artista’ de Piero Manzoni, artista conceptual que embotelló sus propias heces y las vendió a precio de oro para criticar la situación del mercado del arte, en el que basta una firma reconocida para que cualquier obra alcance precios astronómicos.En los últimos tiempos circulan por la red numerosos muebles que entrarían en la categoría de ‘difícil de ver y aún más de usar’. Se trata de piezas que deberían incluir la etiqueta ‘awkward furniture’ (del inglés incómodo, embarazoso). En 2008 incluso se llegaron a crear los Premios Oops, que distinguían lo peor el diseño industrial con tres categorías: lo más feo, lo más inútil y lo más ridículo. La iniciativa partió de un grupo de expertos en diseño y arquitectura encabezado por el diseñador Andrej Statskij. Un jurado de expertos elegía a los ganadores entre los nominados por los internautas.Inspirados por su ‘gusto’ por el mal gusto, no hemos podido resistirnos a plantear ránking propio con los 10 muebles más feos e inútiles de la historia del diseño.1. Armario a galope. Comenzamos la lista con un primer premio de los Oops en 2009 por su ridículo diseño: Martín, la Mula, obra de I Bride.2. El sofá cerdito fumado. Puede que los fans de ‘Babe, el cerdito valiente’ se atrevan a sentarse en este sofá, pero dudamos que lo pusieran en su salón.3. El sillón “hippy chic” que no termina de cuadrar. Los posabrazos de esta butaca, diseñada por Hannes Grebin, parecen haber sido lanzados por un tirador con escasa puntería. Por su absurdo diseño estuvo nominada a los Oops en 2009.4. La mesa que mea, un diseño de Judson Beaumont de Straight Line Designs, es uno de los 10 diseños más feos del año -y vaya si lo son- en La Ventana de Marcel Benedito. No deja de ser simpática, e incluso graciosa, aunque con una mesa así en casa solo cabe rezar para que las mascotas no tomen ejemplo.5. Esta silla ¿diván, hormigonera?, por llamarla de alguna forma, estuvo entre los nominados en 2008 en los Premios Oops por su fea estética. Su diseño, obra de Nacho Carbonell, puede daros una idea de por qué…6. Mueble daltónico. El mueble con vitrinas de este salón no guarda relación alguna con el diseño. Quizás el surrealismo se reserve alguna página para calificarlo. Desde luego a esta pieza le habrían prohibido participar en los Oops al verse obligados a incluir una categoría profesional entre los muebles horribles.7. La silla espejo, formada por dos sillas de plástico unidas por el descansabrazos y diseñada por Kai Linke se lleva la palma en cuanto a diseño afuncional. ¿Cómo te sientas? Por su diseño ridículo estuvo nominada a los Oops en 2009.8. WTF ¿Inodoro con cara, dientes y lengua? Aunque los sanitarios no entran en la categoría mobiliario propiamente dicha, no hemos podido sacar de la lista tan escatológica ocurrencia.9. Sillón wc. Al contrario que algunos de los anteriores diseños, éste resulta demasiado práctico, aunque sus funciones pueden estar reñidas. Todo dependerá de su ubicación.10. Silla moqueta. En favor de esta silla de fibras naturales prensadas hay que decir que es ecológica. En cuanto a su estética, dejamos su juicio a vuestra vista.Bonus Track. En teoría se trata de un sillón de cuerda reciclada endurecida, pero entran ganas de alertar a los agentes Mulder y Scully de Expediente X porque más bien parece producto de otro planeta.